I-
¿Qué Decorar?
Saber qué decorar y cuál es el problema concreto que quieres solucionar, te
ayuda a no dispersarte y te ahorra tiempo, esfuerzo y mucho dinero.
Define el problema a solucionar
Tranquilo. Los problemas son oportunidades de lograr lo que te
propones. Cuando digo problema me refiero a saber dónde estamos y dónde
queremos llegar.
Lo primero que debes hacer es contestar a una serie de preguntas. Yo utilizo
con mis clientes un cuestionario al que yo llamo "Factor X" que
tienes al final de este libro. Se trata de tener en cuenta cosas como:
- ¿Qué presupuesto tengo disponible?
- ¿Cuántas personas van a vivir en la casa?
- ¿Cómo son esas personas? (el carácter, las aficiones, la edad...)
- ¿Cuáles son mis prioridades? Ordena: comodidad, diseño y utilidad según tus
preferencias. Según ordenes estas tres cosas, obtendrás un resultado u otro.
- ¿Qué restricciones tengo? Minusvalías, el mueble heredado de tu madre,
colores que no me gustan...
- ¿Qué deseo destacar por la estructura de mi casa y qué disimular?
- Idealmente, si el dinero no fuese una limitación, ¿qué me gustaría conseguir
con la decoración de mi casa? Etc...
Ahora que has contestado a estas preguntas, estás preparado para pasar al
siguiente punto, ya que has descubierto cual es el verdadero problema que hay
que solucionar. Este ejercicio te ayuda a no dispersarte, a seguir el camino
correcto y a conseguir lo que necesitas.
¿Qué usos le voy a dar a la estancia?
Básicamente las estancias se utilizan para comer, relajarse, dormir, jugar,
trabajar, cocinar, socializar o aseo personal. Es importante definir a qué vas
a dedicar esa estancia para tenerla bien acondicionada y que no te falte de
nada. Por ejemplo, si tienes hijos deberás tener un espacio para que jueguen.
A la hora de invitar a nuestros familiares tenemos que traer una mesa
supletoria, coger sillas de la cocina o del cuarto de los niños, etc. La
solución a esto es planificar:
"tengo un comedor, normalmente comemos mi marido, mis dos hijos y yo, por
lo tanto necesitaré cuatro sillas habitualmente. A veces vienen mis padres a
comer, por lo tanto necesitaré dos sillas más para prevenir y compraré una mesa
grande o extensible para no tener que añadir mesas supletorias en ningún
momento".
Si tienes frecuentes cenas, donde reúnes a gran parte de la familia o amigos,
es conveniente que la mayoría de las sillas de la casa sean del mismo estilo o
altura. De esta manera, cuando juntes a todos, nada desentonará.
También debes tener en cuenta el almacenaje. Los armarios empotrados de suelo a
techo son muy buena opción para que no se vean maletas encima del armario, ropa
de invierno mezclada con la de verano, etc. Además si tienes una casa pequeña
será la opción perfecta, ya que aprovecharás más el espacio. Esto te ayuda a
tener tu casa más limpia y organizada.
No compres armarios pensando en lo que tienes que guardar ahora. Con el tiempo,
acumulamos más ropa y objetos que tenemos que guardar.
Es más fácil buscar hueco planificando con antelación, así que compra los
armarios grandes.
Por tanto, antes de decorar una vivienda analizamos en un papel los usos de
cada estancia. Qué personas y cuántas van a disfrutar de ella y qué espacio de
almacenaje voy a necesitar.
Con este paso te habrás ahorrado solucionar imprevistos de última hora. Recuerda
que "es mejor prevenir que curar".
II-
II- ¿Cómo Decorar?
Saber cómo llevar a cabo nuestra idea, es importante a la hora de seguir lo
planificado. Para evitar imprevistos desagradables, sigue estos consejos:
Distribuir correctamente el espacio.
Ahora ya has planificado las restricciones y necesidades. Conoces el uso de
cada estancia y las necesidades de almacenaje.
Lo siguiente es distribuir sobre un plano. Sé que puede parecer un poco
aburrido, pero no te llevará mucho tiempo y es el precio que tienes que pagar
por tener una casa diáfana y organizada. También evitarás el esfuerzo que
conlleva cambiar los muebles "in situ" una y otra vez hasta que
cuadren. Te propongo el siguiente proceso para que te resulte más fácil.
Al final del libro te encontrarás una hoja de cuadros vacía y otra con algunos
elementos estructurales y muebles. Imprímelos.
Traslada las medidas de tu estancia y trasládalas a la hoja de cuadros.
Recorta de la plantilla los elementos estructurales: muros,
columnas, enchufes, radiadores, entrantes y salientes de la pared, puertas,
ventanas, splits de aire acondicionado, etc. Esas cosas son las últimas en las
que solemos pensar y luego dan la tabarra.
Distribuye los muebles de la plantilla a tu gusto. También
puedes dibujar otros nuevos. Cuando hayas encontrado la distribución que más te
guste, pega los muebles a la
cuadrícula. Eso te ahorrará mucho esfuerzo y evitarás que los
muebles no quepan.
No descartes la posibilidad de tirar tabiques. A veces, te
permitirá darle a tu casa mayor sensación de amplitud y luminosidad.
Ten en cuenta que para separar ambientes, hay multitud de elementos que no
ocupan tanto espacio visual como el tabique de siempre. Por ejemplo, puedes
separar ambientes con cambios de materiales en el suelo, con un escalón, con
una alfombra, una estantería que separe el comedor del salón, un vano en forma
de arco o con líneas rectas, cambio de colores en las paredes, etc.
Ten en cuenta que si tienes una habitación alargada y estrecha tendrás que
poner el mobiliario en una pared y dejar el otro lado como zona de paso. Si
tienes una habitación cuadrada distribúyela en zonas de uso y no olvides las
zonas de paso (si es que quieres pasar...). Es muy incómodo pasar de lado por
un sitio cuando no cabes bien o te das con los muebles, así que mide bien el
espacio teniendo en cuenta la facilidad de paso. Si no dejas adecuadas zonas de
paso, pierdes funcionalidad y harás que parezca un almacén de muebles.
Para optimizar el espacio hay varios métodos. Uno de los más
eficaces es poner puertas correderas. Pueden ahorrar hasta un metro cuadrado,
antes inutilizado, por puerta. Si vas a poner puertas correderas lo tendrás que
pensar al principio de la obra, ya que los tabiques tendrán que ser más gruesos
en el caso de que la puerta se deslice por dentro de éstos. Si quieres que la
puerta se deslice por fuera tendrás que dejar espacio libre en la pared para
que se puedan abrir completamente.
Otra opción para optimizar el espacio es aprovechar los salientes de las
paredes, como columnas, bajantes, etc. Aparentemente son huecos que se quedan y
que no valen para nada, pero siempre puedes poner un armario o estantería a
medida empotrada en ese saliente.
Unas simples baldas de madera, te darán el toque que necesitas para aprovechar
al máximo ese espacio, que parecía destinado a quedarse ahí muerto de risa. Así
ganarás un precioso punto de almacenaje.
Una elección excelente es comprar muebles multiusos. Con un sofá que se
extiende al apoyarse en el respaldo, te ahorras tener que comprarte un puff
para poner los pies (de manera que nadie tenga que poner los pies encima de tu
mesa favorita... jeje). Otros sillones permiten levantar el cojín del asiento
para meter mantas dentro (almacenaje bueeeno, almacenaje úuutil). A simple
vista parece que estos muebles son más caros, pero piensa que lo barato a veces
sale caro y que es mejor gastarse un poquito más y ahorrarse a la larga mucho
dinero en muebles de almacenaje y en evitar errores de diseño.
Una vez que has conseguido tu distribución, puedes pasar al siguiente paso, sin
miedo de meter la pata a mitad del proceso.
III-
III- ¿Para quién Decorar?
En este apartado aprendes a personalizar la decoración de tu hogar. No te
lo pierdas.
¿Qué estilo me gusta? Hacer un plan de acción.
Concretar el estilo decorativo que quieres darle a cada una de las estancias es
elemental para darle armonía y equilibrio y para no caer en mezclas
discordantes entre sí que sólo sirven para crear caos, estrés y mal gusto.
Según el estilo que elijas, así tu casa va transmitirte unas sensaciones u
otras.
A veces, el estilo viene definido por las circunstancias externas. Si los
elementos estructurales son rústicos tendrás vigas de madera, suelos de gres
rústico, etc.
Debes destacar estos elementos y sacarles el máximo partido. En ese caso, el
estilo de muebles que mejor le va a tu casa es el rústico, provenzal o
colonial. Eso le dará peso y personalidad a tu hogar. Aprovecha todo lo que
tengas. Si tu casa tiene vistas al jardín, aprovecha las ventanas; pon cortinas
de lino blanco para que pase la luz del sol y puedas ver el paisaje.
Los estilos que están más de moda son el minimalista y el moderno.
El estilo minimalista se caracteriza por tener colores neutros, líneas rectas,
espacios diáfanos y sin adornos. Los muebles fríos, como metálicos, cristales o
lacados en brillo o mate son los más adecuados.
El estilo moderno es muy similar, sólo que le da un toque de calidez y añade
maderas como el wengüé o el iroco, colores vivos como la gama de naranjas,
tierras, rojos u otros colores vivos y algún que otro adorno llamativo, pero
siempre funcional.
Los estilos clásicos y coloniales caracterizados por tapizados, muebles
antiguos y otros adornos evocando otras épocas, dan sensación de calidez,
aunque también puede resultar un poco recargado, a veces. Ten cuidado.
El estilo ecléctico, consistente en mezclar varios estilos diferentes, está muy
de moda y da mucha personalidad a la estancia que vayas a decorar, pero hay que
tener cuidado al mezclar estilos. A veces resulta muy arriesgado (...aunque si
a ti te hace feliz mezclar sin miedo... la casa es toda tuya).
Por tanto te aconsejo que pongas estilos modernos, con líneas sencillas que no
se pasen de moda, y darle calidez con algún mueble colonial o provenzal. Eso le
dará a tu casa un gran toque de personalidad y estilo.
Otra opción es el estilo retro, evocando los años 70. La opción más económica
es el papel pintado, pero son colores muy llamativos, por tanto, si tienes una
habitación pequeña, prueba a ponerlo sólo en una pared o en dos paredes
contiguas y dejar la parte opuesta de la habitación para los muebles de más
peso visual.
Cuanto más sencillo sea el estilo que predomina, más fácil te resultará
mezclarlo con otro estilo que le dé personalidad.
Por ejemplo, uno de los estilos que recomiendo como complementario es el étnico
(asiático, africano, árabe...). Un pasillo de colores tierra con un simple
tapiz y unas máscaras africanas darán a tu pasillo el toque de calidez que
necesitas sin recargarlo demasiado y sin gastarte mucho dinero.
Hay muchísima variedad de estilos, yo he mencionado los más comunes. Si tienes
alguna duda más sobre combinación o definición de estilos, entra en la página: el
decoradorencasa y descubre este fantástico curso de decoración
imprescindible en cualquier biblioteca del hogar.
La regla número uno es que no empieces a decorar hasta no tener claro qué es lo
que quieres, dónde lo vas a encontrar y cuál va a ser el resultado final
aproximado. Si compras algo sólo porque te gusta, el resto de muebles se verán
condicionados por esa primera compra.
También es posible que tengas un mueble heredado o antiguo del cual no quieres
deshacerte. ¡Genial! En este caso, cabe la posibilidad de restaurarlo y darle
el "toque antiguo" que tu estancia necesita para darle personalidad y
calidez.
IV-
¿Calidez y cercanía o relax y
distanciamiento?
Ahora que tienes claro lo que deseas conseguir con cada estancia, es importante
que recuerdes definir bien qué tipo de sensaciones quieres que transmita.
Si lo que quieres es sentir calidez, cercanía y una sensación acogedora, lo
mejor es que uses materiales y colores cálidos. Estos son: maderas, materiales
envejecidos, cerramientos artesanales, murales cerámicos o colores tierra,
naranjas, rojos, amarillos o marrones, que son tonos cálidos y alegres.
Si lo que quieres, en cambio, es sentir relajación y distanciamiento, deberás
usas materiales y colores fríos. Éstos son: el hormigón, el cemento, el
cristal, los materiales metálicos (acero, aluminio, hierro...) o los colores
fríos como la gama de azules, verdes, violetas... que son tonos relajantes,
frescos y ligeros.
Por supuesto, siempre se pueden mezclar lo cálido con lo frío para logar un
equilibrio, pero teniendo en cuenta la diferencia entre cálido y frío para
tender más hacia una parte o la otra.
Materiales a usar
Puedes repasar el capítulo anterior para ver los tipos de materiales que hay
según su calidez. Además de eso deberás tener en cuenta cómo combinarlos entre
sí.
Combinar el mobiliario es un tema muy complejo que no se puede tratar en un
solo capítulo, pero voy a darte los principios que debes seguir.
Unidad y armonía: Resulta apropiado un estilo y un tema común.
Esto quiere decir que todos los elementos deben trabajar juntos y
complementarse unos a otros para reforzar la composición global.
Equilibrio: Es la distribución por igual del peso visual en
una habitación.
Punto focal: Le da mucha personalidad a la estancia y sirve
para atraer la atención y presentar el resto de la estancia. Debe
producir una impresión duradera, pero también debe ser parte integral de la decoración. Por
ejemplo: una chimenea, una televisión de pantalla plana, etc.
Ritmo: Repetición del patrón visual. Continuidad, recurrencia
u organización. Cuidar la repetición, la progresión, la transición y el contraste
de los diversos elementos.
Detalles: No deben ser obvios, pero deben ser los correctos,
reforzando el sentir general de la habitación.
Escala y proporción: Imprescindibles en una buena decoración.
Color: Tiene un impacto definitivo sobre la atmósfera que
deseas crear. En el siguiente capítulo aprenderás cómo usarlo.
Con estos principios tienes una guía básica para no equivocarte.
V-
Combinación de colores
El truco está en elegir los colores que te gustan y mezclarlos en una
combinación placentera. Elegir los colores es uno de los grandes problemas a la
hora de decorar una casa. Los colores tienen el poder de cambiar el tamaño
visual de los muebles y de la habitación.
Elige primero los muebles y después el color con el que vas a pintar,
ya que muebles y telas vienen en menor gama de colores que la pintura. Así no te
equivocarás con el color de las paredes.
Limita el número de colores a no más de tres o cuatro, para
conseguir armonía en la
estancia. Demasiados colores pueden hacer que una habitación
parezca desordenada o abarrotada.
La pintura es relativamente barata y transforma una habitación más
deprisa que cualquier cosa que puedas hacer, así te puedes permitir
experimentar un poco.
Los colores fríos (parte izquierda del círculo cromático) le
dan a las estancias un aire ligero y fresco. Hacen que las habitaciones
parezcan mayores y más brillantes.
Los colores cálidos (parte derecha del círculo cromático) le
dan a las estancias un aire sofisticado y cálido, dan a las habitaciones un
aspecto más íntimo. A continuación te muestro una simbología de los colores
principales:
Rojo: para aumentar la energía de la habitación.
Amarillo: comunica felicidad y da luminosidad
Azul: Baja la presión arterial, la respiración y el ritmo
cardíaco
Verde: El más apacible para la vista. Apropiado
para casi cualquier estancia.
Violeta: Rico, sofisticado, asociado con el lujo y la
creatividad.
Naranja: Evoca entusiasmo y excitación. Es un color
energético.
Los colores neutros; blanco, negro, gris... puedes combinarlos
con lo que quieras. Son básicos para la decoración. Son
muy flexibles. Añade color para darles vida o úsalos para frenar el exceso de
color.
Para los principiantes recomiendo esto: para combinar colores
correctamente, mezcla cálidos con cálidos y fríos con fríos.
Esto no es una regla inflexible, pero intenta que los colores predominantes en
una habitación sean la mayoría de un grupo o de otro. Si pones la mitad cálidos
y la mitad fríos, podrías romper la armonía de los colores, por tanto, para ir sobre
seguro y no equivocarte sigue mi consejo.
Combinación de texturas y mobiliario
Una vez que has aprendido los colores cálidos y fríos, no lo olvidarás para
los muebles tampoco. No mezcles unos estampados con otros. Las texturas lisas y
claras aportan mayor amplitud visual. Las texturas con estampados y colores
vivos son más cálidas, las puedes usar para darle un toque más vivo a la
estancia.
Puedes poner unos toques de color intenso en piezas pequeñas, como adornos,
puffs, etc. con eso conseguirás cambiar el color predominante de la estancia
cuando quieras, sin tener que cambiar el mobiliario. Respecto a la textura de
la pared, puedes poner cerámica, piedra y multitud de materiales que hay en el
mercado. Pero ¡ojo!, si vas a poner papel pintado, debes procurar que la pared
esté lisa, completamente lisa.
TRUCO: Si no quieres molestarte en alisar la pared, pon una
pared de Pladur y coloca el papel pintado sobre ella.
Estate pendiente de que no te hagan chapuzas, pues hoy en día cuando te compras
una casa, viene normalmente con gotelé, porque les resulta más cómodo y cubre
los desperfectos de la
pared. Si quieres poner papel, tendrás que llamar a un buen
pintor y decirle que te lo deje bien liso. Esto supondrá dos beneficios para
ti; en primer lugar el papel te quedará precioso, y en segundo lugar, si algún
día te cansas del papel y quieres dejar sólo la pintura, siempre te quedará
mejor que con el gotelé, pues da un aspecto más moderno, limpio y sin
irregularidades.
Respecto a la textura de los muebles, debes tener en cuenta que normalmente son
los que más volumen ocupan en la habitación, por tanto, piensa que visualmente
es lo que predominará. Te recomiendo que uses materiales y texturas sencillas y
que los combines con detalles de color y del estilo que te guste. Por ejemplo,
si te gusta darle un toque de color al salón y te gusta mucho el rojo, pero la
habitación es tan pequeña que no puedes ponerle un sofá rojo, pues le comería
todo el espacio visual al salón, puedes probar a ponerle uno blanco, de una
textura lisa y acompañarlo con cojines rojos para darle el toque de color
que necesitas. Si lo que tienes es una estancia muy grande, los estampados
empequeñecerán la habitación y le darán mucha calidez.
Sabido esto, estás casi listo para decorar tu casa con las bases principales de
la decoración.
Mobiliario según el estilo elegido
Aunque el estilo ecléctico está muy de moda, si no tienes mucha experiencia
con la decoración, no te lo recomiendo. Este estilo es el más difícil de
conseguir, pues mezclar estilos de una forma correcta y armónica, no es fácil.
Te aconsejo que elijas un estilo y seas fiel a él. Esto no quiere decir que no
puedas ser flexible. Si lo que quieres es romper con un estilo, ten en cuenta
que puedes añadir un mueble antiguo en casi cualquier estilo, eso dará calidez
y personalidad, pero no abuses de las mezclas.
VI-
Los detalles
Es mejor no recargar demasiado con colores, mobiliario, etc. De esta
manera, tendrás mucho más juego para rematar la decoración con los detalles;
lámparas, cuadros, tapices, jarrones y otros adornos.
Los detalles, actualmente están de moda, siempre que entre ellos haya unidad y
armonía, bien sea por el color, por el estilo o por el material. Sirven de
elemento unificador. Dan sentido a toda la estancia y te ayudan a convertir tu
casa en tu hogar.
¡A DECORAR!